A menudo vemos cómo muchas personas se complican la vida buscando fórmulas mágicas para invertir en acciones o seleccionar empresas ganadoras. Sin embargo, la realidad es que, cuanto más tratamos de justificar una inversión con argumentos complejos y rebuscados, más probabilidades tenemos de equivocarnos. Y, en nuestra experiencia, esos errores suelen salir caros.
Por eso, hoy queremos compartir contigo las 5 claves esenciales que siempre analizamos antes de invertir en una empresa. Son principios simples, pero muy poderosos, que cualquier persona puede aplicar, incluso sin ser analista profesional ni tener años de experiencia en los mercados.
Lo mejor de todo es que estas claves no solo te ayudarán a identificar buenas oportunidades de inversión, sino que también te permitirán descartar muchas malas decisiones que te harán perder tiempo y dinero.
Clave 1: Entender el modelo de negocio
La primera pregunta que siempre debemos hacernos antes de invertir en una empresa es muy simple:
¿Entiendo realmente el negocio que hay detrás de esa acción? Y aún más importante: ¿sé con claridad cómo gana dinero?
Muchas personas invierten en acciones simplemente porque conocen la marca o usan sus productos. “Uso Amazon todos los días, así que debe ser una buena inversión”, piensan. Pero… ¿es eso un buen análisis? ¿Estamos seguros de cómo genera ingresos una empresa como Amazon? ¿Sabemos si tiene más líneas de negocio además de su tienda online?
Como ejemplo, veamos en el siguiente video como gana dinero realmente la empresa Amazon.
Por tanto, el verdadero negocio de Amazon no es la tienda online, es la nube y los servicios adicionales. Por eso es clave que no creas entender una empresa sin analizarla realmente. Tienes que poder entender cómo gana dinero, dónde están los márgenes, qué parte del negocio impulsa el beneficio… y si todo esto realmente es sostenible. Porque si no entiendes eso, no sabes realmente qué estás comprando.
Clave 2: Buscar una ventaja competitiva duradera
Buffett siempre decía: “Cuando un negocio es bueno, no hace falta hacer cosas brillantes. Basta con no hacer tonterías.”
Esta frase resume muy bien lo que buscamos: empresas con una posición tan fuerte que pueden seguir ganando dinero año tras año, sin necesidad de reinventarse constantemente ni bajar precios para sobrevivir.
Eso es lo que llamamos ventaja competitiva duradera, o como dicen Buffett y Munger: el moat, ese foso defensivo que protege al castillo. Cuanto más ancho y profundo es el foso, más difícil es que un competidor entre, y eso permite a la empresa tener poder de fijación de precios sin afectar la demanda.
A continuación os explicamos las ventajas competitivas de las que puede gozar una empresa:
Invertir en una compañía con una ventaja competitiva no garantiza una buena inversión… Pero invertir en una empresa sin ninguna ventaja… es cavar tu propia tumba como inversor.
Clave 3: Analizar los fundamentales del negocio
Aquí es donde entran en juego los fundamentales del negocio. Y ojo, no necesitamos analizar 30 ratios financieros para evaluar una empresa. Pero sí hay tres métricas clave que, como inversores, debemos mirar siempre.
📈 Crecimiento (Ventas y Beneficio)
¿Está creciendo el negocio? ¿Aumenta sus ventas, beneficios y flujo de caja? No buscamos crecimientos salvajes, sino crecimiento real y sostenible.
💵 Márgenes (Operativo y Neto)
Nos dicen cuánto queda limpio de cada euro facturado. El margen operativo indica si la estructura de costes es eficiente, y el margen neto muestra el beneficio final. Márgenes altos y estables suelen ser una señal de calidad y ventaja competitiva.
📊 ROIC (Retorno sobre el capital invertido)
Es uno de los ratios que más valoramos. El ROIC mide cuánto beneficio genera una empresa por cada euro que reinvierte en su negocio.
Si una empresa gana mucho, pero necesita reinvertir todo solo para sobrevivir, no es atractiva. Pero si cada euro reinvertido produce 15, 20 o 30 céntimos de beneficio… estamos ante una auténtica máquina de multiplicar dinero.
Veamos un ejemplo de una compañía que reúne estas 3 métricas clave:
Clave 4: La salud financiera
Antes de invertir en un negocio, debemos entender cómo está su salud financiera. Es decir, ¿cuánta deuda tiene? Porque mientras todo va bien, los ingresos crecen y los tipos de interés están bajos, muchas empresas pueden parecer sanas.
Pero cuando llega una crisis o suben los costes financieros, es ahí cuando se ve quién tiene una estructura sólida… y quién estaba disfrazando debilidades con deuda, algo que el mercado suele castigar con fuertes caídas en el precio de la acción. En momentos de incertidumbre, las compañías con balances frágiles sufren más volatilidad y caídas que aquellas con finanzas sólidas.
No se trata de que una empresa no tenga deuda —a veces puede ser positiva si está bien gestionada y orientada a crear valor—, pero lo importante es que no se utilice la deuda para tapar agujeros o financiar malas decisiones. Cuando eso ocurre, la situación puede convertirse en una bomba silenciosa, y es una de las principales causas de quiebra empresarial.
Para analizar la deuda de una empresa, nos fijamos en métricas simples como:
Deuda Neta / EBITDA: ¿Cuántos años necesitaría la empresa para pagar su deuda con los beneficios actuales?
Flujo de caja libre: ¿Genera suficiente caja para pagar deuda y seguir invirtiendo sin depender de ampliaciones de capital?
Veamos ahora un ejemplo de análisis de la salud financiera de una empresa, en este caso de Alphabet:
Clave 5: Un equipo directivo alineado
Para tener éxito invirtiendo, debemos decirlo claro: no basta con encontrar un buen negocio… necesitamos un negocio que esté bien dirigido.
Una de las lecciones más duras como inversores es entender que una empresa excelente puede destruirse desde dentro si no tiene una buena gestión. No sirven de nada los buenos márgenes, el crecimiento o una marca fuerte si el equipo directivo no está alineado con los accionistas, toma malas decisiones de capital o actúa pensando solo en el corto plazo. En esos casos, todo puede venirse abajo muy rápido.
Hay quien cree que el equipo directivo no es tan importante y que lo único que cuenta es el negocio. Sin embargo, por nuestra experiencia, después de ver muchas inversiones fallidas por culpa de gestiones deshonestas o ineficientes, uno de nuestros principales filtros es analizar si el equipo está realmente enfocado en crear valor a largo plazo para el accionista.
Un buen ejemplo es Nike, una empresa que, bajo el liderazgo de Mark Parker (CEO entre 2006 y 2020), se convirtió en una máquina bien engrasada de crecimiento. Durante ese periodo, Nike multiplicó sus beneficios, optimizó sus márgenes y reforzó su marca a nivel global, gracias a una dirección enfocada en la excelencia operativa y la visión estratégica. Pero veamos que le pasó a Nike en 2020 con la entrada de un nuevo CEO:
Conclusión: Estas 5 claves te ayudan a evitar errores… pero falta lo más importante
A lo largo de este artículo te hemos mostrado las 5 claves que usamos como profesionales para analizar una empresa antes de invertir:
-Entender el modelo de negocio
-Buscar ventajas competitivas
-Analizar los fundamentales
-Evaluar la salud financiera
-Revisar a fondo el equipo directivo
Solo con estas cinco claves ya puedes evitar errores graves y tener una idea mucho más clara de qué estás comprando cuando inviertes en acciones.
Pero tenemos que decirte algo más importante aún: esto no es suficiente.
Porque una empresa puede ser excelente en todos los sentidos… pero si está demasiado cara, no tiene sentido invertir en ella. Lo que realmente marca la diferencia como inversores es saber calcular el valor intrínseco de una acción y compararlo con su precio actual. Eso es lo que nos indica cuándo invertir y cuándo no.
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