Warren Buffett lo resumía con una frase brillante:
"Hay que aprender de los errores… pero mejor si son los de otros."
Y en el mundo de la inversión, no podría tener más razón. Porque en bolsa, la mayoría de los errores que acaban arruinando a un inversor no vienen del mercado… vienen del propio inversor. De una mala base. De creencias equivocadas. De conceptos mal entendidos, ya sea en los comienzos o incluso después de años invirtiendo.
Lo más peligroso es que estos errores no siempre parecen errores. A veces se disfrazan de buenas estrategias, de entusiasmo, o de lo que vimos hacer a otros. Pero el desenlace, por mucho que lo maquillemos, suele ser el mismo: perder dinero, perder tiempo y perder la confianza en nosotros mismos como inversores.
Por eso hoy queremos mostrarte los 5 errores más comunes que pueden arruinar tu camino como inversor sin que te des cuenta. Y estamos seguros de que alguno de ellos te resultará familiar.
Conocerlos puede marcar la diferencia entre construir riqueza a largo plazo… o tirar años de esfuerzo por el camino. Así que quédate hasta el final para aprender cómo evitarlos y no cometerlos jamás.
Error 1: Confianza extrema — Creer que sabemos más de lo que sabemos
En bolsa, el mayor enemigo no es el mercado… somos nosotros mismos. Más concretamente, nuestro ego.
Uno de los errores más peligrosos que podemos cometer como inversores es pensar que lo sabemos todo. Después de una buena inversión, es fácil creerse más listo que la media, convencerse de que no vamos a cometer los mismos errores que otros o incluso que podemos predecir el mercado. Eso se llama sesgo de exceso de confianza, y si no lo controlamos, tarde o temprano nos pasa factura.
Un estudio a 600 gestores profesionales reveló que el 74 % creía invertir mejor que la media. ¿Cuántos batieron al mercado en 15 años? Menos del 5 %.
Todos creemos que somos especiales, pero en inversión, esa mentalidad es el camino más corto a perder dinero. Por eso, antes de invertir, debemos partir siempre desde la duda, no desde la certeza.
Como decía Spencer Davidson:
“Nuestro trabajo como inversores no es buscar razones para comprar… sino buscar excusas para no hacerlo.”
El escepticismo protege nuestro capital. Cuando creemos que no podemos fallar… es justo cuando el mercado nos da una lección.
Error 2: Invertir sin estrategia y sin saber valorar
Invertir en bolsa sin una estrategia es como jugar al ajedrez con los ojos cerrados. El resultado suele ser desastroso.
Y lo más grave es hacerlo sin tener los conocimientos necesarios ni saber valorar lo que estamos comprando. Porque una cosa es comprar acciones… y otra muy distinta es saber por qué las compramos, cuánto valen y en qué condiciones deberíamos vender.
La mayoría de personas entran al mercado con ideas vagas: “Esta empresa está bien”, “la vi en YouTube”, “me la recomendaron”… pero no tienen una hoja de ruta, ni un criterio claro para tomar decisiones. No saben lo que están haciendo.
¿El resultado?
Emoción → Comprar sin análisis → Cae la acción → Pánico → Vender → Pérdida → “La bolsa es un casino”
Cuando no tenemos estrategia ni conocimientos, cualquier movimiento del mercado nos desconcierta. Dudamos si baja. Dudamos si sube. Y eso ocurre porque no sabemos cuánto vale realmente la empresa en la que hemos invertido.
Por eso necesitamos una metodología clara, un proceso de análisis y una estrategia de inversión que nos permita tomar decisiones con criterio. Si no lo hacemos, este error puede acabar destruyendo todo nuestro capital.
Si sientes que esto es justo lo que te falta, echale un ojo a nuestro curso gratuito de 8 horas (clic aquí) donde se explica cómo crear tu propia estrategia de inversión desde cero, evitando todos estos errores. Además de cómo analizar empresas, cómo entender sus fundamentales, y lo más importante: cómo calcular su valor intrínseco.
Error 3: Invertir por modas — No te conviertas en una oveja del rebaño
En inversión, uno de los errores más comunes y peligrosos es invertir por modas. Muchas personas no analizan, no valoran, no entienden el negocio… simplemente compran porque ven que todo el mundo lo está haciendo. Eso tiene un nombre: pensamiento grupal. Y cuando actuamos así, dejamos de ser inversores para convertirnos en una oveja más del rebaño.
Un ejemplo claro fue la moda de las acciones de marihuana entre 2018 y 2019. Empresas como Tilray, Canopy o Aurora Cannabis subieron de forma descomunal, impulsadas por la euforia colectiva. Todo eran promesas: “es el futuro”, “se va a legalizar”, “esta vez es diferente”...
¿El resultado?
-Tilray: de $214 a $0,6 (–99 %)
-Canopy: de $569 a $1 (–99 %)
-Aurora Cannabis: de $1.400 a $4 (–99 %)
¿Por qué el desplome? Porque esos negocios no eran rentables. Porque nadie analizaba nada. Solo se invertía por moda, por lo que decían los demás o por miedo a quedarse fuera.
Y ese peligro sigue presente hoy. Lo vemos en:
-Empresas de defensa como Rheinmetall, infladas por noticias y guerras
-Inversores comprando oro o minas solo porque suben, sin entender su rentabilidad histórica
¿Dónde está el análisis? En ningún sitio. Solo hay narrativa, hype y euforia.
“En bolsa, hacer lo que hace todo el mundo te da tranquilidad emocional… pero suele darte ruina financiera.”
No confundamos popular con rentable. Ni ruido con oportunidad. Una buena inversión se basa en análisis, no en modas.
Error 4: El apalancamiento — El arma que más rápido destruye al inversor
El apalancamiento es como un anabolizante financiero: potencia tus resultados… pero también tus errores. Y eso es justo lo que la mayoría olvida.
Al principio, usar apalancamiento en bolsa puede parecer una genialidad. Las ganancias se multiplican, te sientes invencible, y crees haber encontrado el camino rápido al éxito. Pero como toda droga, genera adicción.
El culpable está dentro de nosotros: el núcleo accumbens, una zona del cerebro que libera dopamina cuando anticipamos placer. Cada vez que ganamos dinero con apalancamiento, esa parte se activa… y queremos repetir. Así asumimos más riesgo sin darnos cuenta.
Lo más peligroso es el autoengaño. Pensamos: “Solo me apalanco esta vez”. Pero ya estamos enganchados. Ganar un 5 % empieza a parecer poco cuando antes ganábamos un 50 % con apalancamiento. Repetimos. Y repetimos. Hasta que un día el mercado gira… y todo se destruye en minutos.
¿No entiendes cómo el apalancamiento puede destruirte? En el siguiente video te lo enseñamos.
Error 5: Diversificación extrema — Pensar que más acciones es menos riesgo
Este es un error silencioso que muchos inversores cometen sin darse cuenta. Aunque parece inofensivo, puede ser demoledor a largo plazo.
Warren Buffett lo resume perfectamente:
“La diversificación es la protección contra la ignorancia. Tiene muy poco sentido para quien sabe lo que está haciendo.”
Muchos creen que tener 40, 50 o 60 acciones en cartera —o 10 ETFs distintos— los protege frente al riesgo. Pero en realidad, lo que produce esa diversificación extrema no es menos riesgo, sino más dilución de resultados y menos control sobre nuestras inversiones.
Si tenemos 50 empresas… ¿de verdad conocemos bien cada una? ¿Entendemos sus márgenes, su modelo de negocio, sus ventajas competitivas y riesgos? Lo más probable es que no.
Cada nueva posición en la cartera exige seguimiento, análisis y control. Y cuando son demasiadas, ese nivel de análisis se vuelve imposible. Nos volvemos superficiales. Dejamos de invertir en lo mejor y acabamos invirtiendo en muchas cosas sin saber bien por qué.
Como dice Terry Smith, uno de los pocos gestores que bate al mercado:
“Cuantas más acciones posees, menos sabes sobre cada una de ellas, y nunca he encontrado una teoría de inversión que sugiera que cuanto menos sabes sobre algo, más probabilidades tienes de generar buenos retornos”
El riesgo no está en la cantidad de acciones, sino en no entender lo que tienes. Diversificar tiene sentido si no sabes lo que haces. Pero si sabes lo que haces, concentrarte en lo mejor es lo que marca la diferencia.